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sectores que viven de esta inversión, se van a moderar. Esto, sin considerar que además en esta región, a pesar de que existe mine- ría, puerto y algo de agricultura, lo que más pesa es el efecto inmobiliario de segunda vivienda para fines turísticos. Este ítem ge- nera un nivel de aportes trascendentales. Por eso es importante que las autoridades a nivel regional tomen conciencia de este ciclo”.
Ahondando en el tema, la CChC regio- nal ha estimado que el 50% de lo que se construye en el borde costero de la Región de Valparaíso es segunda vivien- da, por lo que las menores inversiones y ventas sectoriales golpearán fuerte a la región.
Hay varios elementos que van atacan- do primero a los que tienen más de una vivienda al momento de solicitar un crédi- to, pues cambiaron las condiciones de ac- ceso al crédito. Respecto a las condiciones de empleo, las remuneraciones no se están reajustando ni surgen nuevos empleos. Entonces, para la gente es más difícil en- deudarse para comprar una vivienda ya sea en primera o segunda posición. Por ende, desde el punto de vista del consumo para las personas, están mal aspectados todos los sectores que dependen de ello. No solo el sector inmobiliario, también el sector co- mercio y turismo, que sentirán el impacto.
Volviendo a la construcción, Marcela Ruiz-Tagle puntualizó, “en todo Chile la vivienda que se construye se vende en ver- de, por ende existe un período en que esa inversión se tiene que materializar. En ese período se sigue contratando gente, para hacer la obra. Pero cuando se acaba ese proyecto, probablemente no habrán mu- chos nuevos y puede haber un desacople brusco”.
¿Cuál debiera ser el rol de las autorida- des?
Las autoridades debieran estar preo- cupadas de esto, desde la mirada pública y consientes de los riesgos. Deben tomar decisiones para mitigarlos en la medida de lo posible. Los mercados tienen que operar libremente, pero hay ciertos elementos en los que las autoridades sí pueden incidir. Por ejemplo, todo lo que es entorno urba-
no de las regiones, tiene problemas graves. Por tanto la autoridad debiera preocuparse de ser un facilitador para que ese entorno tenga un nivel aceptable de calidad. Esto implica focalizar la inversión pública hacia ese tipo de elementos, que tendrá efectos positivos, acelerando turismo, comercio, etc. Otro ejemplo son los planos regulado- res que no sirven si están congelados. Hay que ser capaces de actualizarlos, para que no paralicen varias actividades, en tiempos preciosos, especialmente si se está en un ciclo a la baja en una región. Otro ejemplo es el puerto. En esta región están los dos puertos más importantes del país, pero uno de ellos probablemente es el que tiene que ser a gran escala, recibiendo y concen- trando un gran volumen de inversión des- de todo Chile. Esta decisión está dilatada desde el gobierno anterior o más. El objeti- vo de que se agilicen ahora estas medidas, es que cuando el resto de la economía esté al alza, todas estas decisiones frenadas ya estén marchando y fluyan.
¿Cómo afecta esta dilación de las deci- siones al sector privado?
Muchísimo, pues afecta las expectativas de los que toman decisiones a nivel priva- do. Porque si yo soy inversionista y tengo mil para invertir hoy en la región, pese al riesgo, pero me doy cuenta de lo que está ocurriendo, busco otra región donde las co- sas estén mejor. Si la autoridad no da seña- les correctas, los inversionistas no pueden tomar decisiones que afectan el potencial futuro de la región en términos de creci- miento.
¿A nivel país en qué sectores están las mayores brechas?
En los últimos estudios, que hacemos cada 2 años, aparecía el sector energético con altas brechas, pero esto fue cambian- do porque han cambiado las leyes y se han fortalecido todas las energías no conven- cionales, lo que produjo que fluyeran las inversiones. En el resto de las áreas no ha fluido la inversión. Los déficit se mantienen y tienden a crecer, porque no se toman las decisiones con miradas de futuro; con la mirada de que necesitamos mantener nuestra capacidad productiva eficiente y competitiva. Tenemos cifras que nos dicen
por todos lados que el país baja en produc- tividad y se culpa de ello los trabajadores o a los dueños del capital, como si ellos estuvieran haciendo las cosas mal. Y no se mira todo lo que se requiere en términos de soporte como país: toda la logística ne- cesaria para hacer las cosas bien. Entonces, la infraestructura, el entorno, las ciudades, el desarrollo urbano, tienen que tener un cierto estándar que te permita funcionar con las demandas del mundo de hoy y no con las demandas del Chile de los años 50.
Respecto a este tema, ¿qué cambios ve en el país?
Desafortunadamente, cuando uno mira alrededor lo único nuevo que ve es la construcción de edificios, que son de altura, tienen condiciones antisísmicas efectivas, mejores terminaciones, etc. Pero ¿y el res- to? ¿dónde está el resto de los avances? Eso es mirada de país; mirada a futuro y mirada a la gente.Y eso falta. Estamos muy atrasados. La manera de avanzar es hacerlo con líneas de trabajo; con un plan estraté- gico que hoy no existe ni en las distintas regiones del país ni en la capital.
¿Cree usted que debiera existir un fi- nanciamiento estructural para infraes- tructura?
Todas las miradas a largo plazo requie- ren de un financiamiento a largo plazo. Chile fue absolutamente innovador y res- ponsable en definir un Presupuesto Fiscal Estructural, a largo plazo, para evitar estos ciclos pronunciados y tener estabilidad. Pero en ese presupuesto estructural de lar- go plazo que maneja el país, básicamente lo que se asegura es el financiamiento de las necesidades o los gastos estructurales. Por esto se entiende, educación, salud, pensiones, etc. que son recursos compro- metidos y donde no puedes volver atrás de un día para otro. No hay, entonces, un financiamiento estructural para la infraes- tructura; no se considera necesario en esencia. Para poder hacer esto, se requiere tener constancia no sólo en el lineamien- to de desarrollo de la inversión, si no que en el financiamiento. Y los ajustes que se hicieron desde el Gobierno a la inversión, afectan al largo plazo, con efectos que aún no estamos viendo, ni nos imaginamos.
CChC VALPARAÍSO
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